lunes, 23 de enero de 2012

El abecedario se ha acabado

Siento que no sirve de nada, todo, siento que es muy difícil... mucho más de lo que me pensaba...

Solo quiero salir de aquí, de este lugar que en un momento fue el gran paraíso para los sueños y las confidencias , lugar donde todo era posible, donde no existían los nos por respuesta... siento que no quiero volver a mirar atrás, quiero seguir, quiero correr, pero tengo algo esposado al tobillo, que no me deja correr cada vez con más velocidad y escapar... algo raro que quiere subir a mi pecho, la esperanza, ya la había visto otras veces, musa de pelo castaño de piel blanca y ojos claros alta y delgada, rondaba el los momentos más difíciles, pasaba entre la gente discretamente prestandoles su calor que desprendía como mechero que  enciende un cigarrillo con  su mirada trasmitía paz y tranquilidad...  pero esta vez era todo diferente, parecía que estaba cubierta por un hollín gris tabaco... tenia el pelo gris al igual que su ropa y su cara, ni siquiera tenía rostro, ese rostro que aportaba esa armonía de esperanza , esa cara agonizante sin imagen  no dejaba de intentar mirarme mientras corría más y más, su voz y gritos no dejan de suplicarme, mientras pedía perdón por él.
Mí corazón latía fuertemente a un ritmo desenfrenado, ya no sé  si era provocado por los gritos de aquella joven o por mi lucha para acabar con ella. Acabé aceptando,me agarre a ella, la miré  y  justo en ese instante  todo se volvió oscuro, me quedé inmóvil, rígido como una estatua, sin saber que hacer, sin cualquier mínimo de esperanza de algo.
 No entendía nada, supuse que la oscuridad fue provocada  por su muerte.
Todo seguía igual después de un rato, parecía que iba a durar eternamente, hasta que en un amago de rascarme el cuello, una suave pero fría brisa me recorrió esa parte del cuello y la mano...

[....]Ese escalofrío me devolvió a la vida, después que aquel extraño sueño[...]

Vida donde comenzó la verdadera lucha, la verdadera luchar por él mismo, por todas aquellas palabras bonitas con argumentos que siempre fueron suficientes para callar bocas. Aquellas palabras  pecadas  de mentiras  e ilógica profunda , que YO como la persona más inútil de esta puñetera vida y aquel puto sueño con aquella mujer...  mantenía la boca cerrada, que por respecto a ti sufría...

Pero juro que todo va a cambiar, juro que esa mujer va  acabar con su vida yendo detrás de mi hasta desangrarse y momir.